La articulación temporomandibular o ATM, es la única articulación móvil en la cabeza, y por el lugar donde está situada, su mal funcionamiento puede afectar varias estructuras aledañas.
Entre éstas se encuentran:
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Boca. Cuando no se logra relajar correctamente la musculatura mandibular, se suele entumecer la boca, dificultando la fonación
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Dentadura. Si la musculatura que actúa sobre la ATM no se relaja al dormir, se suele producir bruxismo, lo que genera desgaste en la dentadura
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Oído. La compresión de la ATM sobre el hueso temporal aumenta la presión interna del oído, causando vértigos, alteración del equilibrio y tinnitus.
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Nervio trigémino. Tensión excesiva en la ATM puede comprimir el nervio trigémino, causando dolor en la dentadura, alteración de la sensibilidad y movilidad facial
Factor emocional
La ATM es afectada significativamente por la postura de la musculatura mandibular, y a su vez, la tensión de esta musculatura depende principalmente de los estados psicológicos y emocionales. Por lo que muchos de los problemas antes nombrados suelen tener como causa o factor agravante al estrés psicológico.
Consideraciones
Frente a cualquiera de las alteraciones antes mencionadas se debe llevar la atención al estado de la musculatura mandibular, la palpación de estas estructuras ayuda a determinar la presencia de dolor o tensión excesiva, que puede ser causante del problema experimentado.
Si se logra identificar una tendencia a apretar la mandíbula de manera subconsciente, es necesario llevar la atención a la misma frecuentemente para intentar mantenerla relajada.
En el caso de que se mastique chicle con demasiada frecuencia, disminuir la cantidad puede ayudar considerablemente a reducir la tensión excesiva.
Tratamiento
Para tratar la tensión excesiva de la musculatura mandibular se puede recurrir a ejercicios de relajación y estiramientos musculares de cuello y boca, ejercicios de reducción de estrés como la meditación y los ejercicios respiratorios, y por último se puede actuar directamente sobre la musculatura con terapia manual.
Ejercicios
Relajación de cuello: En lugar de mover el cuello de manera circular o en distintas direcciones, es mejor dejar caer la cabeza e inclinar la totalidad del tronco e ir rotando lentamente en todas direcciones mientras la cabeza pendula. De esta manera la musculatura del cuello se estira en ausencia de activación muscular, logrando una mayor relajación. Cuando la cabeza pende hacia atrás, abrir la boca y respirar de manera profunda relaja considerablemente la musculatura mandibular.
Movimientos de mandíbula
Existen diferentes métodos y ejercicios para este fin. De manera general, se puede mover la mandíbula en todos los ejes (vertical, horizontal y transversal) primero de manera leve y progresivamente aumentar el rango del movimiento, evitando morder fuertemente. Ejemplos de estos ejercicios:
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Abrir y cerrar la boca levemente sin llegar a separar los labios y luego ir aumentando la amplitud de la apertura hasta llegar al rango máximo.
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Llevar los caninos inferiores hasta los superiores alternando un lado y otro de la boca, primero tocando la cara interna del diente superior, luego tocando las caras superiores (puntas) de ambos dientes, y posteriormente tocando la cara externa del diente superior con la cara interna del diente inferior.
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Mover la mandíbula hacia adelante levemente y volver, aumentando progresivamente la amplitud del movimiento hasta que los dientes inferiores queden por delante de los superiores.
Realizar estos movimientos repetidamente por algunos minutos hasta lograr una relajación satisfactoria.
Si cualquiera de estos movimientos genera molestias o dolor, disminuir el rango de movimiento a uno más tolerable y seguir intentando.
Técnicas manuales:
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Masajear de manera circular sobre los costados de la cabeza, desde el ángulo de la mandíbula hasta arriba de la cabeza. Primero se explora la musculatura aplicando presión leve, y luego se puede aumentar la presión en las zonas que se nota mayor tensión muscular.
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Apoyando las palmas de las manos sobre los costados de la cabeza, con los dedos hacia arriba y los pulgares rodeando las orejas, presionar sobre la boca llevando a que ésta se abra levemente. Mantener esa presión por algunos segundos y luego relajar. Repetir ésta acción algunas veces.
Dada la variada sintomatología de las disfunciones de la ATM es importante consultar a profesionales de la salud para determinar el origen y tratamiento de los mismos.